Es importante para un hombre estar con una mujer que sepa amar. En esta vuelta a Tijuana me he reencontrado con la persona con la que creo que pasaré el resto de mis días. Con ella el tiempo es un puño de azucar que no pierde consistencia. Es importante para un hombre, también, estar con los seis o siete amigos que hacen crecer en uno el intelecto, el espíritu, y sobre todo el corazón. Es importante, así mismo, reconciliarse con la familia. La vida no tiene que complicarse al antojo de nuestras neurosis, al contrario: la vida es aquello que construimos día a día con el puño abierto.
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25/05/08