Le MatHéroe espirutual o charlatán alucinante,
Alejandro Jodorowsky es una maravillosa rareza entre la farándula intelectual. Además de su perturbador parecido físico con Enrique Guzmán, su arte (arte "para sanar" como él le llama) ha recorrido disciplinas tan dispares como la pantomima y el cine experimental. Su apuesta es de un romanticismo embriagante y de un excentricismo similar al de los ilusionistas marginales, tanto que ha despertado un escepticismo incómodo entre sus colegas. Ahora, enteramente dedicado a la lectura del tarot y a la redacción de comics, se empeña en promover una praxis poética derivada por igual de la
gestalt, que de la brujería mexicana y el budismo zen. Se trata de su
Psicomagia, teoría que muchos perciben como una especie de ocurrencia new age o disparate metafísico. Nada más estúpido, pero bueno: es verdad que el también autor de
El Topo está haciendo buena plata con la ventas de sus libros y que sus conferencias acarrean el pópulo suficiente para empinarlo como el perfecto anti gurú. La
Psicomagia propone la práctica de rituales de neo brujería que, estableciendo conexiones entre la conciencia y la inconsciencia, nos permitan resolver incapacidades de la mente y del espíritu. Enterate de qué va el rollo pinchando aquí:
15/12/06
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