Los distintos nombres del demonio(Fragmento de ensayo que aparecerá proximamente en la revista Picnic)La parafernalia que rodea la mayoría de los rituales satánicos esta embebida del catolicismo más ñoño y pintoresco. Los satánicos, después del susto, inspiran ternura. Basten los rituales hechos de sacrificios pitorros o sus rechiflas de cristianismo ezquizofrénico: quimeras de un iluminismo gore que, en el fondo, esconde un ensañamiento espiritual y un rencor metafísico. El satanismo requeire de un ocio mayor que los cultos ortodoxos. Su entrega, teatralizada hasta el espanto, exige el compromiso del aquí y del ahora. Urgidos por una moral apabullante, los satánicos necesitan que el infierno sea la tierra y no el cielo después de muertos.
10/10/06***