La vida es cursi, me dije al escuchar a los intérpretes de balada popMe llamas, Jose Luis Perales. Invierno de 1985.La mirada de mi hermana enamorándose del tipo que está cantando en la sala de mi casa como si el corazon se le hubiera desgarrado. Mi hermana con los ojos humedecidos de alegría: el amor sí es posible y no es un cuento de mis padres. Alguien esta grabando todo en una videocamara. Luego, por casette, vería que la escena es de una tristeza inconmesurable. En el vídeo no hay abrazos ni besos. Tampoco despedidas.
Aire soy, Miguel Bosé. Verano de 1996.
Tengo el cuerpo flojo y la cara de una chica revoloteando en mi cabeza. Voy caminando por uno de los pasillos del patio de la prepa. Ella era (¿Es?) de ojos azul violáceo y, en mi recuerdo, me está esperando para decirme que quiere invitarme una cerveza. Que la he conquistado. Pero yo no he hecho nada y su sentimiento me abruma. Hay cosquilleos en el cuerpo y un deseo de tocarla, tenerla. Nunca llegue al final de ese pasillo. Preferí darle la espalda. El miedo.
Hasta que te conocí, Juan Gabriel. Primavera de 1987.
Mi madre cocinando. Yo era muy feliz, yo vivía muy bien. "Pero te encontré", canta el Divo de Juárez. Un sentimiento de dependencia enfermiza en la señora que esta preparñandome unas enchiladas. No entiendo como necesito de ella. Sigo siendo muy pequeño, le llego a sus pechos. Ahora que lo recuerdo voy a darle un beso de buenas noches (sin que se de cuenta).
29/04/06
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