Consuelo de tontos IIIEl amor no es igual a "dos", sino es cosa de uno. Es el reducto del error de haber mal parido, es el testimonio de nuestra insatisfacción infantil. Al final, hasta la mujer más noble, la más hermosa, busca ser ella la que goza, la que devora al hombre con su cariño, con el beso arrebatado en la pista de bailar. Y uno se da cuenta del amor cuando es demasiado tarde, cuando tiene la cabeza metida entre las nalgas de ella o en el hoyo del suicidio.
01/03/06
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