Consuelo de tontos I
Se había quedado sólo, era un paria. Se dijo a sí mismo: "Que hablen, que digan veneno ellos que nunca han cometido pecado. A quién le importa su crítica ponzoñosa, si a los locos, a los asesinos, a los traidores nos quedan las estrellas".
28/02/06
***