::
El par de Conversatorios que organizó la Escuela de Artes de la UABC me dejó una sensación de abismo que separa a los artistas de su llamado arte fronterizo. El aparato de discurso que sostiene a proyectos como InSite y Tercera Nación se nutre más de curadores y académicos (de palabras) que de obra. Sus programas son más entes de creación que exhibiciones de trabajo. Esto no sería del todo malo, si no fuera porque estos proyectos tienen intereses no muy claros de trasfondo. Para colmo, sus replicantes pocas, muy pocas veces son los creadores. El arte fronterizo no tiene nada que ver con sus artistas.